premiado en el Concurso Internacional de Cuento "Juan Rulfo", Francia
publicado en No había luna esa noche [Simurg, 2000]
incluido en la Antología de Narradores de Morón [Pluma e' gallo, 2006]
incluido en la Antología de Narradores de Morón [Pluma e' gallo, 2006]
Paso de viejo
Por encima de todo, el calor. Fue el calor de la ciudad lo que me llevó hasta la casa. Ya sé que no es la razón principal, pero es la que me terminó de decidir, casi seguro. La casa es fresca. Por lo menos, más fresca que la ciudad. La ciudad era un infierno en el invierno, así que cualquiera puede imaginarse lo que sería en verano. Mientras que en verano la casa no es calurosa, por eso es que digo que es fresca. Y después que la compré mejoró, porque se me ocurrió hacerle un alerito con tejas y columnas para sostener el techo todo a lo largo de la pared que da al oeste, como una especie de galería; por eso los dos dormitorios también son frescos por la tarde. Ese alerito es mi orgullo, porque lo diseñé yo mismo, si puede decirse así, y el albañil me interpretó bastante bien, así que mantiene el estilo de la casita, como si no fuera un agregado.